“Dibujos” (DAMN!, 2018) es una publicación que recopila parte del trabajo de Fabián Barraza durante el año 2016 hasta 2018. Escenas violentas, erotismo y un blanco y negro al estilo clásico japonés, son algunos de los elementos que componen el libro.
El espíritu del gesto por Francisco Ide Wolleter
Zanshin es un término japonés que significa “el espíritu del gesto”. Habla de mantener, en la meditación del aquí y ahora, un espíritu vigilante: el espíritu concentrado en el gesto. Dibujar es sentarse en silencio a modular el desastre interior y engarzarlo a las formas y evocaciones del imaginario cultural que nos apropiamos: somos lo que vemos; más aún, somos la forma en que organizamos y seleccionamos lo que vemos, sea esto abstracto como la luz o concreto como el pantallazo a una película. El trabajo de Barraza dialoga con un gesto casi perdido: la escritura manuscrita, donde las palabras y las formas desplegadas están en tensión con el error: pide calma al ejecutante del trazo, exige precisión. Su estilo de dibujo es “poético”, en tanto su preocupación por el ritmo, el efecto y la composición, son elementos determinantes. Pero se acerca a la poesía también en un aspecto fundamental: la voluntad de comunicar y su capacidad de diálogo: formas corales de construcción. El trabajo de Barraza es gestual y su forma de componer los dibujos en el plano tiene que ver más con la respiración y la palabra, que con la mera fijación de una imagen de laxo valor comunicativo. Creo que en el caso de Barraza ocurre algo similar a la situación de un jaguar bebiendo agua de un charco: la lengua del jaguar forma anillos en la superficie del agua, ondas que imitan el pelaje del jaguar. Pienso que dentro del jaguar hay otras ondas y que su pelaje es la imitación de esas ondas interiores, idénticas a las que se forman en el agua. Son ondas, círculos concéntricos interiores, que se filtran hacia afuera. Tintas interiores que se filtran hacia afuera. Hay un caos de lenguaje que quiere ser organizado: tinta interior que se infiltra en el mundo, que se insufla al mundo en la forma de un gesto. El espíritu del gesto reside, exactamente, en ese tránsito.
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