Fragmentos de un proyecto de prosas y viñetas.
Arte poética[1]
1.
Nuestras circunstancias, los episodios específicos que – desperdigados en los meandros de ese pantano informe e infecto que llamamos memoria – nos definen, no son una serie de eventos aleatorios y no relacionados entre sí, sino que configuran una compleja estructura unitaria: légamo, argamasa, limo.
2.
Lo que hago aquí es esbozar puentes, dibujar conexiones entre la consciencia de un lector que anota para no olvidar y un escritor que lee para no recordar.
3.
No pertenezco a ningún club ni cofradía, no pesco ni como pescado recalentado, no ando en bicicleta, no como tallarines con salsa bolognesa si no dispongo de una marraqueta a mano, no firmo cartas públicas ni manifiestos de ningún tipo, no marcho ni repito eslóganes, no milito ni simpatizo con partidos políticos ni movimientos sociales o ciudadanos, no consumo drogas de diseño, no asisto a matrimonios, no voto, no respondo encuestas, no bailo, no leo diarios ni veo noticias, tomo.
4.
Un lector es básicamente un parásito que se alimenta de las lúcidas palabras de otros para hilvanar un espejo plausible en el que mirarse o enmascarar su mediocridad. Eso soy yo y este libro es el espejo de un hombre que ha abdicado su existencia ante un ejército de libros gobernado por un puñado de frases subrayables.
Rebel Waltz
Moriremos como en la canción de The Clash, Rebel Waltz[2], mientras los ejércitos triunfantes masacran a los nuestros. Y en el éxtasis de la muerte escucharemos el rumor lejano de nuestros valsecitos revolucionarios, cuyos acordes se difuminarán en los oídos de nuestros verdugos.
Y años después, cuando dancen con melodías en esa cuerda, sentirán el olor a sangre y, si miran al cielo, verán el esbozo de nuestras derrotadas sonrisas en el firmamento.
Do not go gentle into that good night
En cámara lenta, las guitarras eléctricas pierden densidad y los golpes de las baquetas sobre los tambores parecen campanas del apocalipsis.
Mientras vas cayendo como un partisano alcanzado por una ráfaga de la realidad, piensas: voy a morir aquí, sobre este pasto seco, sobre esta alfombra barata, sobre este parquet sin vitrificar. Así, vestido con estos harapos y sin lavarme los dientes. ¿Es este, en definitiva, el final?
[1] “Our psychological lives are not a series of unrelated mental events, but form a complex structure”. Alex Byrne, «Cheating Death», Boston Review, enero 2012.
[2] I slept and I dreamed of a time long ago
I saw an army of rebels, dancing on air
I dreamed as I slept, I could see the campfires,
A song of the battle, that was born in the flames,
And the rebels were waltzing on air.
I danced with a girl to the tune of a waltz
That was written to be danced on the battlefield
I danced to the tune of a voice of a girl
A voice that called “Stand till we fall
We stand till all the boys fall.”
As we danced came the news that the war was not won
5 armies were coming, with carriage and gun
Through the heart of the camp
Swept the news from the front
A cloud crossed the moon, a child cried for food
We knew the war could not be won.
So we danced with a rifle, to the rhythm of the gun
In a glade through the trees I saw my only one
Then the earth seemed to rise hell hot as the sun
The soldiers were dying; there was tune to the sighing.
The song was an old rebel one.
As the smoke of our hopes rose high from the field
My eyes played tricks through the moon and the trees
I slept as I dreamed I saw the army rise
A voice began to call, stand till you fall
The tune was an old rebel one.
+Imagen: The Clash en Boston, 1979. Bob Gruen