Versiones de Francisco Ide
Asociaciones con vista desde la casa
¿Qué puede ser comparado
al ojo vivo?
Su Oriente
florece
en madreselva
y su Norte
en cornáceas
¿Qué puede ser comparado
a la luz
en que las hojas oscurecen
después de la lluvia
verde feroz?
como las junglas de Rousseau:
en cualquier minuto
la cabeza del tigre
hurgará a través
del follaje
observando
la experiencia.
¿Quién es como el hombre
sentado en la celda
de referentes
cuyo ojo
nunca ha visto
una jungla
y sin embargo mira adentro?
Es el gran ojo
fuente de seguridad.
Alabado sea,
como dicen los judíos,
quien ha estampado
claridad
y nos ha entregado
a la mente
donde debes reinar
severo
esencia del hueso
para siempre
y siempre sin
parcialidad o misericordia
desgaste o misterio.
Ginger
¿Soy el único
que acecha
a Ginger,
la juguetona cabra
de mis vecinos
atada al nogal?
Toda la mañana
ha estado examinando
una canasta vacía
y ha levantado
delicadamente una pierna
como un caballo de circo
como para rodarla
pero por qué no
hace lo mismo
con sus pequeños cuernos,
esa es la pregunta.
No es un gran momento,
no firmar la carta,
pero como la música del aire
el más rápido de los elementos
¡hacia el cual brinqué!
En forma
su propia gracia,
apareciendo,
mientras pasaba
en retrospectiva, clásica.
La verdadera cabra se quedó
imperturbable
el cuerpo sólido
como un telar de cuatro cuadrados
que me entregó
por abstracción.
Su coloración
suaves sombras grises
su oscuridad y luz
pasando de un lado a otro
como en un antiguo roce.
Ahora me encuentro
sentado tan cerca,
mi sombra,
como en el infierno,
la siente,
pero ella no da señal
de mi presencia,
incluso cuando la acaricié
y mi corazón saltó
con la suave lana,
demasiado fina para una vida dura.
Ella continuó mordisqueando
un arbusto seco.
No hubiera creído
tal despreocupación
podría reforzar al hombre en mí
y ser tan duradero.
Sic transit, sin cuidado
si es reconocido,
Lo Divino
(de otra era).
Hurgaba
ahora en la lana
y pasó sobre mi cabeza
desde las pequeñas ramas espinosas.
En eso la fase
cambió
y un temblor sensual
colgado en el aire
como cuando una abeja se prepara
para descender
en el trébol florecido
y yo
sentí que me lanzaban
como por una línea
de lo invisible
otro lado
para entrar en la cabra
más profundo que la vista.
La langosta
Mar del Este, a 100 brazas,
arena verde, guijarros,
conchas rotas.
Sobre Suno Saki, 60 brazas,
arena gris, guijarros,
burbujas elevándose.
Portador de plasma
¡y el movimiento lento
de los bentos!
El buque pesquero
deja caer aquí su ancla
recolectando
manchas de plancton y fauna.
Portador de plasma, visible
purga del mar
esponja y kelpleaf
Halicystus, la botella de mar,
se parece a las esmeraldas
y es la célula más grande
del mundo.
Joven caballo de mar,
Hippocampus, veinte
minutos de edad,
nadie nunca ha
visto a este raro marine
parpadear.
Irradia en
vértebras terminales
una tira de veinte
espinas verticales
y rizos
su cola rocosa.
Langosta de laurel
nada con incrustaciones de toro
de espaldas desde la roca.
En qué sentido yo soy yo
En qué sentido
yo soy yo
un observador menor
como en un sueño
absorbido en el interior
un joven imberbe
inexplicablemente
remoto pero presente
en la acción
me recuerdo levemente
a Prufrock…
una figura diminuta
apenas discernible
aparentemente sin edad
se me escapa.
El impulso original
cantar
comprimido
en una nota exultante
emerge
desde el espacio del pecho
vibrando a lo largo
los hombros
en la presencia
del cuerpo completo
femineidad,
los ojos oscuros
en la escena interna
el cabello largo
y negro,
nuestra oscura mujer
presidiaria del cortejo.
Ella no habla.
Ella no tiene nombre.
La razón de su presencia
allí
es desconocida.
Un pastor,
vagamente asociado
se mantiene
a cierta distancia
bajo
un abedul,
causalmente,
tocando una flauta
dulzura
fluye a través de…
también
desde el balance
y la posición
de cada
hecho.
Ningún movimiento.
La escena
no es materia
eso puede aumentar
o disminuir.
El secreto se mantiene
tan rápido como yo.
Como el Giorgione
el suspenso
es eterno.