“Canción de primavera” de Sherwood Anderson

Traducción de Victoria Donoso.

CANCIÓN DE PRIMAVERA

En primavera, cuando soplaba el viento y los campesinos araban los campos,
se me ocurrió sentirme conforme de mi propia brutalidad.

Seguí por la calle y caminé sobre un puente.

Atravesé tantas calles y caminé sobre tantos puentes.

Golpeé con mis puños a los hombres y a las mujeres y mis manos empezaron a sangrar.

Me arrastré bajo el puente y me paré temblando de dicha
en la orilla del río
porque era primavera y el sol pasaba suave por los arcos.
Traté de entenderme.

Del barro de la orilla del río amasé un dios
un pequeño dios grotesco de cara torcida,
un dios para mí y mis hombres.

Ahora puedes ver, colega, cómo fueron las cosas.

Yo era un hombre de ropas hechas por un sastre judío
ropa astutamente forjada para los sin nombre.
Usaba camisa blanca y me habían regalado un broche judío
para abrocharla
me divertía pero dolía también
Nadie sabe que me arrodillé en el barro bajo el puente
en la ciudad de Chicago.

Ves, te susurro mi secreto.

Quiero que creas mi locura y que entiendas que amo a
Dios—
Es lo que quiero.

Después, verás, era primavera
y el sol pasaba suave por los arcos del puente.
Tanto tiempo he estado solo en el extraño lugar donde los dioses no bajan.

Arrástrate y besa la cara torcida de mi dios de barro.
No te pegaré con mis puños sangrantes.
Soy yo –también- un torcido dios.

Es primavera y me ha venido el amor.
El amor ha venido a mí
y a mis hombres.

Sherwood Anderson (Camden, Ohio, 1876 — Ciudad de Colón, Panamá, 1941) fue un escritor estadounidense, maestro de la técnica del relato corto, y uno de los primeros en abordar los problemas generados por la industrialización.
Victoria Donoso (1992), es Licenciada en Letras de la Universidad Diego Portales. Actualmente trabaja en el Departamento de Extensión Cultural de la Biblioteca Nacional de Chile.