En un sueño volví al río de abejas. W.S. Merwin

Versiones de Francisco Ide

El río de abejas

En un sueño volví al río de abejas
cinco naranjos en el puente y
al lado de dos molinos mi casa
en cuyo patio un ciego seguía
a las cabras y se detenía a cantar
sobre lo que es ser viejo

pronto van a ser quince años

él era viejo, seguro se cayó adentro de sus ojos

tomé mis ojos
en un largo camino hacia los calendarios
habitación tras habitación preguntándome cómo vivir

uno de los extremos está hecho de calles
una procesión de un solo hombre carga
en botellas vacías sus
imágenes de la esperanza
y me las ofrece en su nombre

una y otra vez
en la misma ciudad donde nací
preguntándome qué voy a decir

él se habrá caído adentro de su boca
los hombres piensan que son mejores que el pasto

yo retorno a su voz alzada como una horquilla para heno

era viejo y no era real, nada es real
ni el ruido de la muerte que drena el agua

somos el eco del futuro

en la puerta nos dice qué hacer para sobrevivir
pero no hemos nacido para la sobrevivencia
solo para la vida

 

Separación

Tu ausencia pasa a través de mí
como una hebra entre una aguja
Todo lo que hago está bordado con
el mismo hilo.

 

Gracias

Escucha
cuando cae la noche agradecemos
nos detenemos en los puentes inclinados en las barandas
nos quedamos sin habitaciones de cristal
con nuestras bocas llenas de comida, para mirar al cielo
y decimos gracias
de pie junto al agua agradecemos
con una sonrisa mirando hacia afuera por la ventana
a donde tengamos que mirar

atrás de una serie de hospitales tras un asalto
después de funerales decimos gracias
después de enterarnos sobre la muerte
de un conocido o no, decimos gracias

por teléfono agradecemos
en puertas en asientos traseros de automóviles en ascensores
recordando guerras y a la policía tocando la puerta
y las sacadas de chucha en las escaleras decimos gracias
en los bancos decimos gracias
en la cara de oficiales y millonarios
y en la de todos esos que nunca cambian
seguimos diciendo gracias muchas gracias

con los animales que mueren alrededor nuestro
con nuestros sentimientos olvidados decimos gracias
con los bosques que caen más rápido que los minutos
de nuestras vidas decimos gracias
con las palabras que salen como células del cerebro
con las ciudades que crecen sobre nosotros
decimos gracias cada vez más rápido
sin que nadie escuche decimos gracias
estamos agradeciendo y saludando
pese a la oscuridad

 

+ William Stanley Merwin (Nueva York, 1927), es un poeta estadounidense considerado de los más influyentes del siglo XX. Durante los años 60 fue activista del pacifismo y luego derivaría hacia temas mitológicos y una prosodia de relato directo y ausencia de puntuación. Su interés por el budismo y la ecología ha influenciado su poesía y se dedica además a la restauración de bosques tropicales en Hawái, donde reside actualmente. Es considerado, además, uno de los grandes traductores de poesía en lengua castellana al inglés, destacando sus traducciones de Neruda.
+ Francisco Ide Wolleter (1989), ha publicado Observatorio (2011), Yakuza (2014), Poemas para Michael Jordan (2014), Antología del amor de Claudia Schwartz (2016) y Iceberg (2017). Tradujo el libro Billy the kid y otros poemas de Jack Spicer.